En el día de hoy un buen número de hermanos y no hermanos disfrutamos de una gran jornada cofrade, cultural y como no, de convivencia.
Desde estas líneas deseamos agradecer en primer lugar a las Hermanas de la Cruz por abrirnos las puertas de su clausura, ese lugar tan intimo que tan excepcionalmente suelen mostrar, y compartir con nosotros algunos de los lugares por los que tanto Santa Ángela de la Cruz, como Santa Maria de la Purísima de la Cruz habitaron.
En segundo lugar, a la hermandad de La Amargura y a su hermano mayor, D. José María Pedernal, por su acogida y sus atentas explicaciones.
En San Juan de la Palma, celebramos la Eucaristía, siendo oficiada por el sacerdote gaditano el Rvdo. Padre D. Pedro Rodriguez Molina, al que igualmente transmitimos nuestro más sincero agradecimiento.
Y por último y no menos importante, agradecer a N.H.D. Carlos Maura Alarcón, Historiador del Arte, quien nos hizo de guía posteriormente en la visita a la exposición “Murillo, IV Centenario”.